Osasuna celebra los 50 años de El Sadar con actos antes del partido
La interpretación del himno de Osasuna por la AGAO ha sido uno de los momentos más emotivos
El Sadar ha celebrado este sábado sus cincuenta años con un actividades para niños por la mañana en los alrededores del estadio y con actos prepartido sobre el terreno de juego.
El recinto navarro cumple hoy cincuenta años, medio siglo de osasunismo con miles de recuerdos para varias generaciones de aficionados rojillos que han forjado el mito del estadio pamplonés, un clásico del fútbol español que aspira a recuperar la máxima categoría, próximo al centenario del club.
El estadio, a orillas del río Sadar, celebra el cincuenta aniversario coincidiendo justo con el partido ante la SD Huesca, ya que fue inaugurado el 2 de septiembre de 1967, después de que Osasuna abandonará el campo de San Juan, creado en 1922.
Bajo la presidencia de Jacinto Saldise, el equipo rojillo dejó el centro de Pamplona para trasladarse al entonces extrarradio, a una instalación que costó unos 65 millones de pesetas entre los terrenos y su construcción, y que generó deuda para la entidad.
El club preparó un torneo triangular para inaugurar el estadio, entonces con un aforo de unas 25.000 personas, con la participación de Osasuna, el Zaragoza y el Vitória de Setúbal portugués.
Curiosamente, Osasuna no jugó el partido inaugural, sino que lo hicieron sus dos equipos invitados, mientras que el estreno local se produjo el 3 de septiembre de 1967, cuando Fernando Osaba marcó el primer gol rojillo en El Sadar ante el equipo portugués.
El Sadar acogió a Osasuna en su primer año en Segunda División (aunque esa misma temporada bajó a Tercera) y esta tarde celebra el cincuenta aniversario, ante el Huesca, también en Segunda, aunque la mitad de los 1.078 partidos oficiales que ha disputado el equipo navarro en el estadio han sido en la máxima categoría, con el navarro Patxi Puñal como el jugador con más encuentros disputados.
Una Primera División a la que regresó en 1980, trece años después de la inauguración de El Sadar, para vivir dos periodos de catorce años seguidos entre los grandes (1980/94 y 2000/14), con visitas de astros como Diego Armando Maradona o Lionel Messi, y alcanzar las mayores cotas de su historia.
A falta de títulos, normal en un club modesto de bajo presupuesto, El Sadar ha sufrido, como en el último descenso de 2014 ante el Betis, pero ha vibrado con gestas como el ascenso del 2000 frente al Recreativo, permanencias de infarto, la clasificación para la previa de Champions contra el Valencia en la última jornada (2006) y más de una docena de paridos en UEFA.
Los rojillos se estrenaron en competición europea en 1985, frente al Glasgow Rangers, y llegaron a disputar un partido de previa de Liga de Campeones, aunque el Hamburgo les apeó de la fase de grupos (2006).
En esa temporada Osasuna alcanzó las semifinales de UEFA con momentos históricos en El Sadar como el gol del iraní Javad Nekounam en el último minuto de la prórroga ante el Girondis de Burdeos para acceder a octavos de final.
Los aficionados rojillos guardan en la memoria partidos épicos como el de Copa del Rey contra el Sevilla con un Sadar nevado o los disputados frente al Real Madrid, el rival más esperado en Pamplona, que se proclamó campeón de Liga en 2008 en el campo navarro.
El Sadar, bajo la presidencia del emblemático Fermín Ezcurra (23 años al frente del club), fue ampliado en 1989 con una nueva tribuna para 4.000 espectadores más, en total 30.000 que llegó a albergar en un partido para salvarse del descenso a Segunda B en 1997, con Enrique Martín como entrenador, uno de los protagonistas del estadio como jugador y técnico, que ascendió a Osasuna a Primera en 2016.
Con la obligatoriedad de fijar todas las localidades con butaca y después de varias remodelaciones, El Sadar redujo su aforo hasta las 18.375 actuales, poco más de los 16.000 socios con los que cuenta el club.
El Sadar se llamó durante ocho años (2005/13) Reyno de Navarra por el patrocinio de la marca turística del Gobierno Foral, una iniciativa pionera en España respecto a los nombres comerciales de los estadios.
El campo pamplonés cumple medio siglo, justo cuando ya no es propiedad de Osasuna después de que en 2015 tuviera que cederlo al Gobierno de Navarra como parte de la dación en pago para pagar la deuda contraída con la Hacienda foral.
Un pasivo de 53 millones de euros, ya saldado gracias a la entrega de sus bienes, también las instalaciones de Tajonar, y a los ingresos por su última temporada en Primera.
Próximo al centenario del club, dentro de tres años, la entidad presidida por Luis Sabalza baraja varios proyectos para El Sadar, sin descartar su recompra, con una reforma estructural y su ampliación a 25.000 asientos, e incluso la construcción de un nuevo campo en otra ubicación de la comarca de Pamplona.
FUENTE: http://www.diariodenavarra.es